Cuando vamos a las tiendas de móviles a comprar móviles lo más normal es que, de los primeros que nos fijemos, sean los móviles con las compañías de teléfono, donde la gran mayoría de ellos suelen salir gratis o por muy poco precio, y te permite adaptarte a una cuota (porque conforme el móvil sea más caro pueden exigir un compromiso de permanencia o cierta tarifa estándar).
Sea como sea, a la hora de tratarse de móviles, comprar por comprar es algo que nunca deberías hacer, porque los móviles tienen unos usos, y además, no son baratos que digamos. Por eso decidirte por uno es importante.
Sin embargo, aparte de los móviles que los operadores pueden ofertar, hay también otro tipo de móviles que sirven para cualquier operadora. Son los llamados móviles libres, aparatos que permiten insertarles una tarjeta sim de la compañía que sea. Hay algunos incluso que permiten meter no una sino dos y hasta tres tarjetas sims con la posibilidad de personalizar cada uno de los tonos para llamadas y mensajes de tal forma que puedas diferenciar si te llaman de casa o del trabajo.
Los móviles libres suelen ser mucho mejores que los de las operadores, primero porque suelen ser más modernos (en las ofertas de telefonía los móviles que suelen tener un precio más que asequible para el bolsillo de cualquiera es que son algo antiguos). Eso ya hace que los libres te llamen más la atención; el problema es el precio que éstos tienen porque no suelen ser baratos. Hay, como en las operadores, ofertas que te pueden servir para adquirir uno, pero ocurre lo mismo, son móviles que van quedando relegados a un segundo o tercer grado.
Aún así, los móviles no tienen nada que envidiarles a otros, y su precio más económico te permite tener un móvil que te deje introducir cualquier tarjeta de cualquier empresa de telefonía (por si tienes problemas con los móviles de esa compañía o bien necesitas un móvil libre para intercambiarle tarjetas sims.