No nos suele parecer un tema interesante, pero saber lo que  más podamos sobre las calderas a gas puede ser de ayuda de manera económica para nosotros, nos va a permitir tener bienestar en la casa y quizá podamos también ayudar al medio ambiente.

Las calderas de gas son de gran importancia que los demás equipos de electrodomésticos que están en la casa. Elegir correctamente el modelo que se ajuste a nuestras necesidades es necesario, estas deben de tener el mejor mantenimiento, por lo menos cada dos años deben ser revisadas, y de esta manera podemos ahorrarnos aquellos gastos que provengan de la calefacción o de la reparación de alguna calefacción. Si la calefacción sirve de manera correcta podemos evitar los daños a la atmósfera que son hechas por las emisiones que realiza.

Primero tenemos que definir que es una caldera a gas o de gas. Una caldera es una especie de depósito la cual se encuentra cerrado, por lo general está hecho de metal, está en la capacidad de calentar aguas y ambientes, utilizando el Gas como principal combustible para poder llevar a cabo su función.

Estas funcionan a través de un quemador, el cual se ocupa de comenzar a consumir el Gas. Cuando el Gas que es por lo general Gas Natural se comienza quemar, llega a calentarse, evaporando el agua y esto es lo que le dará calor al ambiente, todo esto se da a través de un circuito conocido como radiador. El funcionamiento viene a ser diferente en las calderas que utilizan como combustible al gas propano, estas necesitan tener un depósito aparte para darle almacenaje al gas. En aquellas calderas que el combustible es representado por gasoil, tienen otro funcionamiento, estas también tendrán menor costo y consumirán menos, pero no permiten que cocines y necesitan tener una especie de salidas para los gases que se generan de la combustión. Estas son las razones por la cual entre los tres tipos de calefacciones, la que tiene como combustible al Gas Natural es mucho más práctica y da mayor seguridad. Es por esta la razón que al Gas Natural se le llamo el Gas de ciudad o de la ciudad.

Existen unas series de ventajas sobre tener una caldera a gas. Para los países fríos y europeos, adquirir una caldera de gas tiene un costo de como mínimo unos 300 euros, siendo esta una caldera nueva. En el caso de que la caldera de Gas Natural sea de los modelos que tienen cámaras especializadas para la combustión pueden llegar a costar 400 euros aproximadamente. Son precios económicos para un aparato de este tipo.

Este aparato es muy rápido, no ocupa mucho espacio en la casa y por lo tanto proporciona la comodidad que deseamos. Tiene un gran efecto cuando se trata de dar calor a los espacios, es muy rápido su funcionamiento. Estos por lo general traen consigo un termostato y también traen el contador, estos nos van a permitir manipular los grados de la temperatura o regular el consumo del aparato de una manera mucho más sencilla. Y en cuanto al espacio que ocupan en el hogar no es significante.

Por lo general tiene una vida útil medianamente larga, dura mucho más que otro tipo de calderas.

Usar Gas Natural no contamina, otras formas de calefacción si dejan emisiones de residuos tóxicos, por eso podemos decir que las calderas a Gas Natural tienen cierto grado de limpieza al no contaminar.

Dentro de las desventajas podemos encontrar las siguientes afirmaciones:

El mantenimiento de las calderas a Gas Natural debe realizarse cada dos años, sino se les hace el mantenimiento adecuado pueden sufrir graves problemas que saldrán muy costos solucionarlos. Limpiarlas evitar los daños y si los daños no son evitados ocurrirán graves accidentes que pueden poner en riesgo la salud.

Si los radiadores, los cuales son partes de las calderas de Gas Natural no se purgan, pueden dañarse y generar un daño interno al aparato dejando inútil.

Imagen de Ecoforest